Estas amistades… ¡estas maravillosas armas de doble filo!
? Amistades que te ofrecen un “tráiler” de cómo puede ser la experiencia como “familia nueva”. Esas familias con las que se coincide, más o menos, en el tiempo y hace más fácil y probable tener los de referencia. Familias que te hacen pensar: “¡Eso me encanta!” o “Eso ni loca lo haría…” Y luego, pues, ¡las cosas no son como las imaginábamos! ?
Hay amistades que con todo el cariño y la buena intención, querrán darte un manual de crianza porque ellos lo tienen recién vivido, y “saben” la mejor manera de hacer las cosas.
Hay amistades que te arropan, te acompañan, te cuidan, te ponen un cojín cuando se dan cuenta que vas a estrellarte, directo, de cara.
Hay amistades que te prestan ropa, libros, experiencias, contactos, manos y hombros para llorar cuando se necesita… (Gracias amigos y amigas, ¡no hay palabras bonitas suficientes que pueda describir todo lo que aportan a las maternidades y crianzas!)
Amistades madres, amistades padres… todas acompañándote en este camino nuevo y emocionante, todas acompañándote desde donde pueden hacerlo (que por aquí aparecen de nuevo nuestras mochilas emocionales?). Todos tienen algo bueno que aportarte, así que: a quedarte con lo que a ti te venga bien, a escucharte a ti misma primero, respirar profundo, y pasito a paso…
Pequeño recordatorio entre comadres: CADA FAMILIA ES DIFERENTE Y NECESITA COSAS DIFERENTES. ¿Qué sientes que sea lo mejor para tú familia? ¡prioriza tu bienestar y TU paz!