Semana 41. Más de 15 horas de contracciones, sobre la pelota, con la bolsa rota, respirando profundo y con gemidos resonantes en cada contracción, respira… Cada contracción meacercaba más a eso: a parir.
A parir a la nueva personita que formaría parte de nuestra familia (¿niña? ¿niño? ¡Decidimos que nos sorprendiera a su llegada!).
A parir a la nueva mujer en la que me convertiría yo… A punto de empezar el intenso viaje de la maternidad… Y ahora, estoy a punto de “parir” otra cosa… ¡que emocionante! ¡Me muero por empezar!